Siguiendo con el Torneo de Zúrich de 1953 de mi artículo anterior, y del libro de David Bronstein «El Ajedrez de Torneo», he llegado a la ronda 9, en la que se jugó la partida nº 58 entre Max Euwe y Miguel Najdorf. A diferencia de la partida Bronstein-Euwe de dicho artículo, en la que Euwe demostró su sangre fría y sus cualidades defensivas, en esta ocasión hizo alarde de una gran fuerza ofensiva para derrotar a Najdorf sin reparar en gastos de material. Además, esta partida recibió un premio de belleza. La cuestión es si se merecía o no dicho premio, aunque esto siempre será muy subjetivo dependiendo de la opinión, gustos y criterio de cada cuál, en este caso de los jueces del campeonato.

De todas formas, no he iniciado este artículo para poner en duda dicho galardón por iniciativa propia, sino a raíz de un comentario que hace Bronstein en su libro, en concreto en la jugada 20 de las blancas, donde comenta, textualmente: «Euwe recibió un premio por su bello juego en esta partida, pero en mi opinión los jueces no fueron muy estrictos, ni suficientemente críticos. Cada maestro tiene su estilo, sus virtudes, sus defectos».
Así que, por lo visto, el mismísimo Bronstein no estaba muy de acuerdo con los jueces… Si partimos de la premisa de que una partida, para merecerse un premio de belleza, además de ser atractiva, creo que también debe ser correcta, o al menos casi correcta, vamos a dejar en manos del frío cálculo de Stockfish decidir si los errores de la partida que vamos a ver son tan graves o tan leves como para merecer dicho premio…
Antes de nada, me gustaría mencionar que esta partida también ha sido publicada y extensamente analizada en otros tres libros (y seguramente en más de un periódico, revista, vídeo y página web…):
- «15 Aspirantes al Campeonato Mundial: Torneo de los Candidatos, Suiza 1953», Miguel Najdorf, 1954. De este libro ya hablé en mi artículo anterior…
- «The Chess Sacrifice: Technique, Art and Risk in Sacrificial Chess», Vladimir Vukovic, 1963. No lo he leído, así que no puedo opinar. Aunque es posible que tenga un gran valor didáctico, desconfío de las variantes de 1963 sobre complicadas entregas de pieza. En esos casos los módulos casi nunca se equivocan… Existe una edición más moderna del año 2009, pero no parece que hayan revisado su contenido.
- «Mis geniales predecesores, Volumen 2: De Euwe a Tal», Garry Kaspárov, 2004. La colección de Kaspárov, en sus cinco volúmenes, es de obligada lectura. Es el repaso más completo que existe a toda la historia del ajedrez, tratado desde el punto de vista de uno de los mejores jugadores de todas las épocas, y sustentando con detallados análisis de cada partida.



Ya he aclarado otras veces que los comentarios y explicaciones de cualquier Gran Maestro siempre son de un gran valor para el lector, pero que, sin embargo, sus análisis deben tomarse siempre con cautela, más cuanto más antiguos sean. En este caso, yo solamente me fiaría del libro de Kaspárov, ya que él mismo revisó y corrigió sus extensos análisis ayudado de los módulos del momento (Deep Fritz, Deep Junior, Deep Shredder), aunque en mi opinión esto también provocó que dichos análisis sobrepasaran, en algunas partidas del libro, la extensión y capacidad de comprensión de la mayoría de los jugadores de a pie…
De todas formas, no olvidemos que aquellos motores del año 2004 tenían un Elo estimado similar al de los mejores jugadores del momento, quienes todavía conseguían hacerles frente, es decir, tendrían alrededor de unos 2700 puntos Elo, mientras que actualmente los mejores motores ya han alcanzado un Elo estimado de unos 3500 puntos, como puede verse en la conocida web «CCRL (Computer Chess Rating Lists)»:

En otras palabras, el último Stockfish 11 o 12 sería capaz de ganarle prácticamente todas las partidas a un Deep Fritz de hace más de 15 años, por no mencionar lo que tiene que decir en este sentido el hardware actual con respecto al que había en aquella época. Si esto os parece exagerado, sólo tenéis que ver en CCRL el resultado particular de Stockfish 11 64 bits con 4 núcleos, contra la última versión de Fritz, la número 17, también con 64 bits y 4 núcleos:
¡32 partidas jugadas, con 18 victorias para Stockfish y 14 tablas! Y estamos hablando del Fritz de este año, que ha sido incapaz de ganarle una sola partida. Así que evidentemente los Fritz y compañía del año 2004 que utilizó Kaspárov tenían muchas lagunas en sus análisis si los comparamos con los monstruos actuales.
Dicho todo esto, en la partida he conservado solamente los comentarios y variantes del libro de Bronstein, ya que en otro caso resultaría demasiado engorroso. Y detrás de ellos, he añadido nuevas variantes o correcciones realizadas con Stockfish 11. Al final de la partida, veremos qué decidimos sobre el premio de belleza…
A continuación tenéis la partida. En cuanto hagáis clic en una jugada aparecerá el tablero, que podréis mover a donde menos estorbe (debajo del tablero tenéis un botón para girarlo, y otro para descargar la partida en formato PGN).
Una vez vista la partida, dejo que el lector decida por sí mismo si ésta se merecía el mencionado premio de belleza, o si está más de acuerdo con la opinión de David Bronstein…
Saludos.