Ponemos hoy punto final a esta serie de artículos sobre el Supertorneo de Nueva York 1924, dedicando un apartado especial a la que, a mi entender, resultó la lucha más dura de las 110 que se jugaron en el mismo. Se trata de la batalla que se produjo en la sexta ronda entre «los parientes Lásker», es decir, entre el excampeón mundial Emanuel Lásker y su primo lejano Edward Lásker. Aunque a priori el nivel de juego entre ambos era desigual, eso no quiere decir que Edward fuera ningún «aficionado», en otro caso no hubiera sido invitado a Nueva York. Ya en el artículo sobre Edward señalamos que se trataba de un personaje polifacético que no se dedicaba solamente al ajedrez. Partía (junto con el inglés Fred Yates) como el jugador más «flojo» del torneo, pero en esa época era uno de los 25 mejores jugadores del mundo y el segundo jugador de Estados Unidos detrás de Márshall, a quien a punto estuvo de arrebatar el título nacional precisamente el año anterior, en 1923, perdiendo por un ajustado 8,5-9,5 (+4=9-5).
Chess for Fun and Chess for Blood
Edward Lásker escribió en 1942 un libro titulado Chess for Fun and Chess for Blood. Fue publicado por la editorial David McKay Company en Filadelfia. En español se podría traducir como «Ajedrez por diversión y ajedrez por sangre», pero, a la vista de su contenido, lo adecuado parece «Ajedrez divertido y ajedrez sangriento». En Amazon existe una reedición de 2019 de la Editorial Ishi Press (232 páginas). También se puede acceder a la vista previa con muchas páginas del libro en Google Books.
La primera edición incluye ilustraciones y caricaturas de la mano de Maximilian Mopp, pseudónimo del artista Maximilian Oppenheimer, nacido en Viena en 1885 y fallecido en Nueva York en 1954, a donde había emigrado en 1938 cuando la Alemania nazi anexionó Austria a su territorio.
El libro de Edward Lásker contiene un poco de todo. En la primera página el autor señala: «Este libro está dedicado a aquellos que prefieren el estoque a la maza y que -al menos en el recreo, cuando escapan de las banalidades rutinarias- disfrutan aplicando a sus propias creaciones la imaginación, la maestría y el humor». Sería algo así como decir que se trata de un libro para deleitarse con el ajedrez y su parte más artística y lúdica, pero también teniendo en cuenta su vertiente más dura en lo que al ajedrez profesional se refiere.
La obra se divide en dos partes según indica su título. La primera, «Chess for fun», se refiere a ese lado divertido, donde intenta explicar la filosofía del ajedrez y extraer aquellas facetas que nos hacen disfrutar del juego como tal, incluyendo ejemplos de combinaciones, finales, problemas y principios generales, con un capítulo dedicado a su famosa victoria en 1912 en el London Chess Club en una partida informal contra el inglés Sir George Alan Thomas, que fue dos veces campeón de ajedrez de Inglaterra, ¡y 21 veces campeón de bádminton!
La segunda parte del libro, «Chess for blood», aborda la vertiente más dura y amarga del ajedrez, aquélla en la que los profesionales luchan no solo por mejorar y hacerse un hueco entre los grandes jugadores, sino muchas veces solamente por conseguir un premio que les permita pagar sus facturas. Se trata de partidas a muerte en las que cada jugador busca la sangre de su oponente, por supuesto solamente a nivel ajedrecístico, y donde lo importante no es la belleza ni la parte artística, sino solamente sumar un punto más en la clasificación.
Precisamente en esta parte encontramos el capítulo 9 dedicado por entero a la partida que nos ocupa, ¡nada menos que 28 páginas!, en las que relata lo allí sucedido, tanto dentro como fuera del tablero, y explicando todo lo que a él se le pasaba por la cabeza antes y después de las jugada más críticas de la misma. Describir lo que ha ocurrido en una lucha de 103 jugadas y más de 13 horas de juego, bien se merece tal extensión en su libro.
En lo que sigue, trataremos de reflejar todo esto, realizando las correcciones oportunas a los análisis que Edward Lásker incluye en su libro. Como ya comentamos muchas veces, a nivel humano resulta imposible realizar una valoración correcta de todas las jugadas y variantes de una partida, pero por suerte, desde hace muchos años, disponemos de los módulos de ajedrez para que nos iluminen en el arduo trabajo del análisis.
Emanuel Lasker – Edward Lasker (Ronda 6)
Está claro que Emanuel Lasker era muy superior a Edward Lasker. De las 8 veces que se enfrentaron, Edward tan sólo consiguió arrancarle unas tablas, precisamente en esta partida, jugada el 23 de marzo de 1924. Pero en esta ocasión ambos jugaron al mismo nivel, y aunque Emanuel dominó la apertura y el medio juego, lo cierto es que dejó escapar su ventaja, siendo después Edward quien en el final tuvo varias oportunidades de victoria que también dejó escapar.
Éste es el gráfico de valoración de Lichess con las estadísticas de errores e imprecisiones de la partida:
Se jugó una Defensa Chigorin de la Apertura Española, siguiendo la teoría moderna prácticamente hasta la jugada 15. Si bien es cierto que el excampeón mundial tuvo la partida ganada en el medio juego e inicio del final, Edward Lásker se defendió con acierto, equilibró la balanza y después tuvo posibilidades de victoria en varias ocasiones. Fueron necesarias 3 sesiones de juego y más de 13 horas de intenso forcejeo para que se firmase el empate. Sinceramente, creo que ésta podría haber sido declarada la mejor partida del torneo, a pesar de que siempre se acostumbra a conceder tal honor a partidas que tienen un vencedor y un vencido…
Veamos a continuación el análisis detallado realizado con la ayuda de Stockfish 13 (Intel Core i7-920 2.66GHz 4 núcleos). En cuanto hagáis clic en una jugada aparecerá el tablero, que podréis mover a donde menos estorbe (debajo del tablero tenéis un botón para girarlo, y otro para descargar la partida en formato PGN).
Para finalizar, cabe mencionar que os llevará mucho tiempo reproducir todos los análisis aquí incluidos, pero creo sinceramente que, como a mí, os resultará gratificante y enriquecedor el estudio de esta partida.
Saludos.