Hoy traigo a primer plano la partida número 96 del Torneo de Zúrich 1953, disputada entre los grandes maestros rusos (por entonces soviéticos) Yuri Averbakh (o Averbaj, como escribe Bronstein en su libro) y Alexander Kótov (el primero aún vive y a sus 98 años sigue jugando). Esta partida recibió el primer premio de belleza, y el propio Bronstein la califica en su libro, al inicio de la misma, como «la más hermosa del torneo de Zurich», y finaliza sus comentarios y análisis con la frase «Una magnífica partida, merecedora indudable del primer premio de belleza».
Sin embargo, no estoy para nada de acuerdo con esta afirmación, ni tampoco con la de muchos otros comentaristas que la alabaron de la misma forma. Seguro que no tengo razón, pero, al fin y al cabo, es mi opinión…
En realidad, siendo objetivos, esta partida lo único que tiene es, eso sí, un bonito y extraordinario sacrificio de dama que concluye la contienda en favor de las negras, tras una larga secuencia en la que las blancas lo único que pueden hacer es devolver material intentando alargar su agonía.
Según esto, ¿qué necesita una partida para ser bella o hermosa o considerarse una obra de arte? ¿Basta con que incluya inusitadas entregas de material o que dichas entregas las descubra sin mayores problemas cualquier jugador de nivel medio? ¿Cuán difíciles de encontrar y cuántas jugadas han de alcanzar las maniobras tácticas para considerarse «bellas o extraordinarias»? ¿Es que los errores del adversario no influyen y un premio de belleza se otorga simplemente atendiendo a las jugadas del bando vencedor?
Si esto fuese un concurso de problemas, es posible que esta partida, o mejor dicho, la posición tras la jugada 30 de las blancas, se mereciera un primer premio, pero no tratándose de una partida completa en la que hay que considerar lo ocurrido anteriormente al sacrificio de dama. Además, si también tenemos en cuenta que en la combinación final las negras no siempre encontraron las mejores jugadas, con más razón pienso que no se merece ningún galardón. No entiendo muy bien que Bronstein, en 1953, considere esta partida tan «hermosa», teniendo tan cerca la herencia de los campeones mundiales Capablanca y Alekhine (o la más lejana de los Morphy, Steinitz, Lasker, etc.), por no citar a sus contemporáneos Euwe o Botvinnik, así como muchos otros grandes maestros de esa época y anteriores que produjeron auténticas obras de arte sobre el tablero, e incluso añadiría, ¡partidas de él mismo!
Antes de ver la partida que nos ocupa, y como viene siendo habitual, hablaremos brevemente de ambos contendientes.
Yuri Averbakh
Yuri Lvovich Averbakh (en ruso, Ю́рий Льво́вич Аверба́х, también escrito como Averbaj en muchos textos en español), nació en 1922 y, a sus 98 años, es una leyenda viva de la historia del ajedrez. Aunque su palmarés no se puede equiparar al de otros jugadores de la época, entre los años 50 y 70 siempre estuvo entre los mejores jugadores del mundo, teniendo en cuenta además que compaginaba el ajedrez con su profesión de ingeniero.
Entre los logros más importantes de sus primeros años, podemos citar el Campeonato del Báltico 1946, y los Campeonatos de Moscú 1949 y 1950.
En el Interzonal de Estocolmo 1952 se clasificó 5º-8º para el Torneo de Candidatos de Zúrich 1953, donde finalizó 10º-11º (empatado con Boleslavsky). Sin embargo, esto le permitió adquirir una enorme experiencia, ya que al año siguiente cosechó el mayor éxito de su carrera, venciendo en solitario en el XXI Campeonato de la URSS 1954, por delante de Korchnói, Taimánov, Lisitsyn, Petrosián, Kholmov, Nezhmetdinov, Suetin, Furman, Géller, Flohr, etc. El mérito de esta victoria resalta aún más teniendo en cuenta que al año siguiente solamente consiguió finalizar en los puestos 15º-16º, aunque en 1956 se clasificó 1º-3º, quedando finalmente 2º tras el match de desempate con Taimánov y Spassky.
Otros resultados importantes a destacar fueron la victoria en Dresden 1956, 4º en el XXV Campeonato de la URSS 1958, 2º en Hastings 1959/60, 6º de 18 jugadores en otro fortísimo Campeonato de la URSS 1960, 1º en el Open de Australia 1960, 7º y 6º en los XXVIII y XXIX Campeonatos de la URSS 1961 (enero y diciembre), 1º en el Open de Moscú 1962 (una gran victoria, por delante de Vasiukov, Bronstein, Shamkovich, Lilienthal, Barcza, Larsen, Hort, Simagin, etc.), 3º en Mar del Plata 1965 (por detrás de Nájdorf y Stein), 1º en Río de Janeiro 1965 (un torneo poco importante), 1º-2º en Bucarest 1971, en el Memorial Rubinstein en Polanica-Zdroj en 1975 y 1976 quedó 1º-2º y 2º-4º respectivamente, 2º en Reggio Emilia 1977/78 y 3º-5º en Manila 1979.
Averbakh destacó también en otras facetas del ajedrez. Reputado como gran finalista, en 1956 alcanzó el título de Juez Internacional de Composiciones de Ajedrez, y en 1969 el de Árbitro Internacional. También fue Presidente de la Federación Soviética de Ajedrez entre 1972 y 1977. Ha colaborado en numerosas publicaciones, sobre todo sobre estudios de finales, ha sido editor de varias revistas soviéticas, y ha escrito casi una veintena de libros.
Como teórico, llevan su nombre varias líneas de apertura:
- Defensa Indica de Rey, Variante Averbakh: 1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.e4 d6 5.Ae2 0-0 6.Ag5.
- Defensa India de Rey, Sistema Semi-Averbakh: 1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.e4 d6 5.Ae2 0-0 6.Ae3
- Defensa Moderna, Variante Averbakh: 1.d4 g6 2.c4 Ag7 3.Cc3 d6 4.e4
Alexander Kotov
Alexánder Aleksándrovich Kótov (en ruso, Алекса́ндр Алекса́ндрович Ко́тов) fue otro destacado gran maestro ruso-soviético. Se declaraba gran admirador de Alekhine, sobre el que investigó y escribió profusamente, de ahí que no fuera de extrañar la combinación realizada en la partida que nos ocupa.
El primer gran resultado de su carrera lo obtuvo en 1939, finalizando 2º, tan solo superado por Botvinnik, en el XI Campeonato de la URSS, y obteniendo así el título de Gran Maestro. Aún tendrían que pasar nueve años, en 1948, para conseguir el título de su país.
Resultó vencedor en Moscú 1941 y 3º-4º en 1942, 1º-2º en Ivánovo (Rusia) 1944 (empatado con Ragozin), 4º-6º en el XIV Campeonato de la URSS 1945 (por detrás de Botvinnik, Boleslavsky y Bronstein), 2º en el fuerte Torneo de Párnu (Estonia) 1947 (por detrás de Keres, pero superando a Lilienthal, Bronstein, Bolevslavsky, Smyslov, etc.), y 4º en Moscú 1947 (detrás de Botvinnik, Ragozin, Boleslavsky y Smyslov).
En el fuerte Interzonal de Estocolmo 1948 quedó 4º (detrás de Bronstein, Szábo y Boleslavsky, con tan solo una derrota contra el vencedor) y se clasificó para el Torneo de Candidatos de Budapest 1950, donde finalizó 6º entre tan solo 10 participantes (Bronstein venció y se enfrentó al año siguiente con Botvinnik con el título mundial en juego, en el famoso y dramático match que finalizó en empate). El mismo año 1948, Kótov consiguió el título de su país, compartido con Bronstein, en el XVI Campeonato de la URSS, y terminó 1950 venciendo en Venecia (por delante de Smyslov, Rossolimo, Pachman, Steiner, etc.).
Otra de las victorias más importantes de su carrera la obtuvo en 1952 en el Interzonal de Estocolmo. Curiosamente, fue seleccionado a pesar de quedar 12º en el XIX Campeonato de la URSS, y sin embargo, en el Interzonal obtuvo una puntuación de 16,5 en 20 partidas, sin perder ninguna, con 3 puntos de ventaja sobre Petrosián y Taimánov, seguidos de Géller, Averbakh, Stáhlberg, Szábo, Gligoric, etc. Sin embargo, en el Candidatos de Zúrich 1953 no puntuó bien contra los adversarios de la segunda mitad de la tabla, y solamente terminó 8º-9º (empatado con Taimánov), lo que no está mal, pero tal vez se esperaba más después de su excelente resultado en el Interzonal.
Otros logros importantes conseguidos en la década de los 50 y 60 fueron: 2º-4º en Moscú 1952, 3º-4º en Mar del Plata 1957 (por detrás de Keres y Nájdorf, y empatado con Panno), 2º en Santiago de Chile 1957, 1º-2º en Jonkoping (Suecia) 1958/1959, 1º-2º en Estocolmo 1959/1960, 3º en Estocolmo 1960/1961 (detrás de Tal y Uhlmann), 1º-2º en Hastings 1962/1963 (empatado con Gligoric, y por delante de Smyslov), y 2º en el IBM Ámsterdam 1967 (detrás de Pórtisch).
También participó como 2º reserva en las olimpiadas de Helsinki 1952 y Ámsterdam 1954, donde, como era habitual, la URSS ganó el oro.
Al igual que Averbakh, Kótov también destacó en otras facetas del ajedrez, siendo Vicepresidente de la Federación de la URSS, Presidente del Consejo del Club Central de Ajedrez de la URSS (1956-1981), árbitro principal en las olimpiadas de 1972 y 1974, Vicepresidente de la Asociación de Amistad y Cooperación Cultural con Países de América Latina (1959-1981), y como uno de los organizadores y presentador del programa de televisión «Chess School» en la URSS.
Ha escrito casi una treintena de libros. Uno de mis primeros libros fue precisamente uno suyo que lleva por título «Alekhine», escrito en 1973 y publicado en español en 1975 por EDICIONES MARTINEZ ROCA. También tiene 4 volúmenes sobre Alekhine publicados en 1970 en español titulados «Herencia Ajedrecística de A. A. Alekhine: Leyes del juego de posición» (aunque sean antiguos, éstos tengo que leerlos algún día….). Y muy conocidos son la terna «Piense como un gran maestro», «Juegue como un Gran Maestro» y «Entrene como un Gran Maestro».
Averbakh-Kotov, Zúrich 1953
Finalmente, veamos la partida en cuestión, en la que se planteó sobre el tablero una Defensa India Antigua. Las blancas mantuvieron una ligera o incluso clara ventaja prácticamente durante las 29 primeras jugadas (de hecho, en la 26 y 27 las negras podían haber quedado prácticamente perdidas si las blancas hubieran jugado bien…). Hasta ese momento no hubo nada bello ni extraordinario en la partida, y tan solo un grave error del primer jugador en la jugada 30 propició la entrega de dama por parte de las negras.
Como ya he comentado, el sacrificio de dama es espectacular, ya que no tiene un rápido desenlace en pocas jugadas como suele ser habitual en tales casos, sino que las blancas se vieron obligadas a devolver paulatinamente su ventaja de material intentando rechazar una y otra vez las amenazas de mate. Pero si tenemos en cuenta la partida como un todo, y después de la cantidad de errores que podréis ver en los detallados análisis que siguen, la partida está muy lejos de merecerse un premio de belleza…
En cuanto hagáis clic en una jugada aparecerá el tablero, que podréis mover a donde menos estorbe (debajo del tablero tenéis un botón para girarlo, y otro para descargar la partida en formato PGN).
Saludos.