Está claro que lo que ocurre «de pascuas a ramos» se recibe con mucha más alegría. Es por ello que lo de ayer ha sido una de las mayores expresiones de júbilo, si no la mayor, que se ha vivido en este país desde hace muchas décadas.
Nada comparable a lo conseguido por la Selección Española de Baloncesto, Campeona de Europa y del Mundo, ni lo de Nadal hace pocas semanas en Wimbledon (debe ser porque ya estamos acostrumbrados a sus continuos éxitos…), ni los logros menos sonados de muchos otros deportistas españoles en balonmano, atletismo, natación, motociclismo, etc. Ya no se trata sólo de que el fútbol sea el deporte por excelencia en este país, sino de la marea de seguidores, tanto en las calles como detrás del televisor, que ha conseguido aglutinar la Selección Española en este Mundial.
Aún cuando no me confieso muy aficionado al fútbol y a la liga española, sí me gusta ver casi todos los partidos que televisan en los europeos, mundiales y olimpiadas, incluyendo por supuesto los de la Selección Española. Si bien hace años las expectativas eran habitualmente llegar a octavos y pasar el cruce de cuartos, lo que casi nunca se conseguía, ahora las cosas han cambiado. El fútbol español ha entrado en la historia, y ya podemos decir que nuestra selección ha llegado por fin a ser competitiva y aspirar a todo en cualquier campeonato. ¡Enhorabuena por esta generación de jugadores!
Saludos. 
